En el país hay 512 adolescentes privados de libertad por comisión de delitos graves

SANTO DOMINGO. Unos 512 adolescentes están privados en libertad en alguno de los ocho centros correccionales que tiene el país, debido a la comisión d...

SANTO DOMINGO. Unos 512 adolescentes están privados en libertad en alguno de los ocho centros correccionales que tiene el país, debido a la comisión de un delito grave, reveló la directora de Prevención de la Criminalidad de la Procuraduría, Sheilly Núñez.

Esos jóvenes a los que se les ha privado de su libertad, están sometidos por haber incurrido en los delitos de homicidio, robo agravado, golpes y heridas o por haber incurrido en asuntos de drogas, de acuerdo con las informaciones que manejan las autoridades de la Procuraduría.

Según Sheilly Núñez, en promedio han calculado que los adolescentes cometen 4000 delitos al año, pero que más del 38% reciben sanciones alternativas a la prisión, ya que las edades en las que se cometen esos delitos, los jóvenes están en proceso de desarrollo.

“Cuando vemos la cantidad de hechos delictivo cometidos por jóvenes, en un corte anual, en promedio los jóvenes cometen unos 4000 delitos al año entre todos los tipos delictivos, lo que es una cifra que, aunque parece ser muy alta, es significativamente menor con relación al universo completo de delitos que se cometen anualmente por la población”, explicó Núñez.

En cuanto a las causas que llevan a los jóvenes a cometer delitos, Sheilly explica que son muchos los factores que inciden, entre ellos mencionó que hay asuntos del entorno social, factores económicos y asuntos de educación.

El informe “Alerta Joven; perfil de adolescentes en conflicto con la ley penal” publicado en 2015, establece los factores que llevan a los jóvenes a cometer delitos penales.

El informe establece que los principales delitos cometidos por los jóvenes son robo y homicidio, entre las causas que los llevan a esto están “la falta de autocontrol o impulsividad, la desregulación afectiva y la oportunidad o falta de consecuencias”.

Precisa el estudio que los delitos “se dan por el deseo de tener acceso a patrones de consumo promovidos para crear la identidad de la juventud, pero que están fuera de su alcance”.

También establece que momento de cometer el delito, cerca de la mitad de los adolescentes asiste a la escuela, vive con sus familias.